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miércoles, 4 de noviembre de 2015

SIN CHISTAR


Tal vez su amor fue demasiado para mi, o quizás yo no fui tan café con leche, tan sal y limón, tan ajo y aceite. Quizás no supe que hacer con su querer, con tanto y tanto, con cuadras y manzanas de tan largo el amor y de tan tanto. Ella volaba en mis manos, soñaba en mis ojos, besaba mi alma con sublime ternura, me acariciaba el cabello y yo temblaba de miedo, por tonto y de locura. Cuando ella sonreía era el sol, cuando me amaba era la luna, cuando me decía "te quiero" la tierra temblaba. Ahora se fue, se ha ido, no titubeo, no dudo, se llevo todo su amor en una bolsa de silencios y en una copa de lagrimas. No me miró a los ojos, no me dijo adiós, ni vete al diablo, agarro su tristeza, su dolor y su dignidad que era mucha y pelo gallo. No fue ella, fui yo, quien mas sino yo que no supe quererla, yo tan pinche que no supe ser tan café con leche, tan sal y limón, tan ajo y aceite. Ahora no esta, ni ayer, ni pasado, ni mañana. Su aroma a madera se fue, carajo toda ella se esfumo, sin chistar, con los ovarios bien puestos y con mirada fija hacia el futuro y un amor digno de su bondad, esas bella bondad que no le supe dar mortal felicidad.

Modesto Ivan Zepeda Jr.

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