Estoy podrido por ti,
putrefacto por ti,
de ti infestado
e infectado por tu amor.
No puedo dejar de pensarte,
de alucinarte,
de imaginarme
encima de tu cuerpo
prendido de tus pechos,
bebiendo tu bendita leche.
Me excitas,
me prendes, me calientas,
me sacas las ganas.
Estoy viciado en tu cuerpo.
Soy adicto al sabor de tu sexo,
Vivo enajenado
por tus gemidos y alaridos.
Modesto Ivan Zepeda Jr.
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