Hoy tuvieras nueve añitos. Estuvieras corriendo por todos lados y yo escuchando tus intrépidos pasitos. Hoy estuvieras aquí o por llegar de la escuela cansado y sudado, apestosito haciendo tu tarea y después viendo el televisor o jugando videojuegos. Pero no estas aquí, nunca podré conocer tu voz, o reprenderte por no lavarte las manos antes de comer. Nunca sabré tu olor, o el brillo de tu mirada, menos el embrujo de tu sonrisa de niño o de niña. No estas ni nunca estarás menos me llamaras "papa", nunca mi amor, nunca, y esa será mi condena y así tengo que pagar.
Modesto Ivan Zepeda Jr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario