Uno da lo que puede en las flores del amor y tal vez hasta un poco más. Uno se entrega desconfiado o confiado pero se entrega, no hay de otra manera cuando nos rendimos ante los labios del amor. Hace tanto que no me entrego, hace tanto pero tanto que no sueño con calabozos y dragones, con mariposas y caracoles. Tengo tantas ganas de reflejarme de nuevo en el fuego de unos ojos que me digan te amo, te necesito, eres todo para mi. No soy el mismo de hace quince años, pero el deseo de amar y ser amado no ha cambiado, ese sigue ahí, solito, empolvado, resguardado, con una sonrisa viva, fuerte, ganosa, confiada a pesar de haber sido maltratada afanosamente.
Modesto Ivan Zepeda Jr.
Al menos las ganas están ahí.
ResponderEliminarSiempre
EliminarEstas vivo! Para muchos de nosotros amar es tan importante como respirar. .. 😐Bellas palabras y lindo cuadro. Un abrazote .
ResponderEliminarUn abrazo Anita!!!
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