Son las tres de la tarde. Llegas de trabajar acalorada. Tu cuerpo esta sudado, húmedo, tu ropa interior empapada y eso me excita. Te desvistes muy rico, te quedas en la belleza tu flor, caminas por la casa como si este león no fuera tu macho, tu alfa, tu omega. Coges una cerveza, prendes la tele, me llamas y muy macho yo acudo, y me dices "gordito dame un beso mi amor que te extrañe mucho". Muy alfa te beso, te huelo, te huelo otra vez, te vuelvo a besar, a lamer tu sudor, mi amor, mi bien, que rico sabes y hueles mujer. Bella, tranquila, exquisita, elegante, soberbia, mamacita, te abres de piernas y me das a comer de ese fruto que ya no es prohibido sino mio, todo mio. Así es como pasamos nuestras tardes mi hembra y yo.
...Son apenas la cinco de la tarde y nos falta mucho más.
Modesto Ivan Zepeda Jr.
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