Te quiero mucho,
tanto que no me alcanza
el abecedario
para describírtelo
dignamente.
Te quiero
y eres faro en la distancia
y estas lejos,
muy lejos detrás de la neblina,
más allá del horizonte
donde el mar nace
bajo las piernas del sol.
Te amo
y tengo miedo decírtelo
y por eso mismo mi te amo
lo visto de té quiero, de té adoro.
Quiero estar contigo
en todas partes y en todos lados,
y amarte en los rincones
y bajo la luz del día
para verte a piel y aroma.
Mi falta de valor
me destierra de tus labios,
de tus manos y no hay remedio
para poder decirte que te amo,
que te amo con todas
las fuerzas que me dan la vida.
Hay días donde
ya no soporto estar sin ti,
donde mis excesos
por este amor son demasiados.
Larga es la espera
cuando mis ojos y yo
esperamos a que irrumpas el día,
el tiempo,
la alegría de poder
ser testigo de tu andar.
No entiendo que me diste,
que nube me entrego a ti,
a tu belleza tan deliciosa que posees,
a tus labios que me muero por sentirlos,
por saborearlos.
Te quiero y es la verdad
que cargo de lunes a domingo,
de enero a diciembre,
y en el muelle de mi amor
desde la lejanía observo
la luz del faro de tu mirada.
Modesto Ivan Zepeda Jr.
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