Estoy a solas, muy a solas sin ti, sin nada, sin ti, lejos de ti, frío de ti, sediento de ti, muriendo de ti. Uno quiere tocar y no toca, morder y no muerde, me pierdo en ganas, en muchas ganas de todo y de casi nada, mejor dicho nada. El humo de mis cigarrillos baratos me ahoga en tristeza, en agrias soledades que me sé ya de memoria.
¿En dónde estas a estas horas?
¿En dónde el suelo besa tus pies descalzos de mis labios? ¿En dónde maldita sea, en donde chingados escondes tu mirada, tus suspiros de amor carajo, en dónde?
Va llegando como no queriendo pero chingando la madrugada, me pilla de la cocina al baño, de mi cama a la ventana, esa mendiga ventana donde miro las estrellas buscándote, tratando de encontrar la estrella que pudieras estar viendo, adivinando el pedazo de universo que más te gusta, muy tonto pero es así, es amor, soy yo, todo yo. Tengo todas las ganas de ti, toditas, mil besos que darte, abrazos y abrazos y caricias a tu espalda, tengo tanto para darte que no me llena la vida entera para adorarte. Cierro mis ojos y te veo, desnuda y apasionada, mirándome, sonriendo con tanta ternura en tus ojos que parece mentira, que parece un atardecer en el desierto. Cierro mis ojos y te entiendo, te comprendo, eres tan tú, tan mujer, tan bella, tan cabróna cuando quieres, tan mi amor, tan mi noche, tan mi luna vida mía, tan mi todo !Por Dios! Mi todo.
Modesto Ivan Zepeda Carrillo
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