Estoy harto de mi trabajo, cansado, fastidiado, en-perrado porque el gerente de división es un gran hijo de su puta madre, lo digo y lo sostengo. No puedo más con este mayúsculo pendejo, cuanta razón tenía mi padre cuando me decía: "Hijo, nunca dejes que alguien más pendejo que tú te de órdenes porque claudicaras a tu inteligencia" y este que cabron es un pendejote y yo un pendejo con futuro porque sigo sus órdenes. Esta situación me agobia, me provoca estar de malhumor y quisiera hacerlo pedazos y no puedo, necesito mi trabajo. Todas estas chingaderas me hacen sentir nada, pequeño, me hacen dudar de todo lo bueno que puede ofrecer el mundo y me obligan a pensar en estupideces, como el miedo que tengo de morir, a ese terror cuando pienso en el más allá, al no saber porque estamos aquí y porque somos una especie tan maldita. Mañana espero tener más calma y no pensar más en la muerte y no en mi muerte pensamiento mío, sino en la de ese gerente hijo de puta.
Modesto Ivan Zepeda Jr.
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