Amigo mío, querido hermano, compañero de infancia, te has muerto, me has abandonado antes de tiempo.
Ayer tu vuelo era a ras de piso y ahora vuelas en lo alto, haciendo pedazos el viento como una gaviota en plena tormenta que regresa a su isla.
Me dueles, me quedo sin risas, me deja sin ganas tu prematura partida, nadie pregunta por ti, nadie te echa de menos, eras todo un hijo de la chingada, un mentiroso, una persona de lo mas egoísta, pero eras mi amigo, mi hermano, siempre estabas y nunca me decías no, mis problemas siempre fueron tus problemas, y si lloraba, llorabas conmigo.
Descansa en paz amigo mío, escudero de mil historias, descansa en paz y encuentra esa libertad por la que tanto cantabas.
Modesto Ivan Zepeda Jr.
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