Ando queriendo y queriendo, muriendo por morder tus labios, por exprimir con mis dientes toda la lujuria que acumulas desde tus quince años cuando a los ojos del mundo te convertiste de niña a mujer.
Ando tras tus ganas desde anoche, desde que te mire fumando en la ventana de tu cuarto, cabello suelto, blusa blanca desabotonada con tus senos acariciando el viento, me dejaste tocándome todo el resto de la madrugada.
No he dejado de imaginarme tus pechos, pensando en la suavidad de tus pezones al morderlos, en la fragancia de tu piel y el sabor de tu sudor agitado.
Te dibujo desmayada en mi cama, con tus cabellos pintando mi cama con su olor, extendida, abierta, esperando, siendo tocada y maravillada.
Tengo muchas ganas de ti, es normal, soy hombre y tú una bella mujer, perfecta, suculenta, deliciosa.
Tengo que hacerte mía si, toda mía, robarte tus deseos mas obscenos, esas fantasías que ni a ti mismo te cuentas.
No voy a dejar vida de ti sin besar, empezare con los deditos de tus pies y acabare besando hasta el ultimo de tus pensamientos, tú cierra tus ojos y ya veras como yo hago todo lo demás.
Modesto Ivan Zepeda Jr.